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  • Nombre Oficial: República de Irlanda (Poblacht na h’Eireann).
  • Superficie: 68.891 km2.
  • Población: 3.525.719 habitantes.
  • Densidad: 51 hab./km2.
  • Capital: Dublín (Baile Átha Cliath).
  • Forma institucional: República parlamentaria.
  • Idiomas oficiales: Irlandés, Inglés.
  • Religión: Mayoría católica, minoría anglicana.
  • Moneda: Libra irlandesa.
  • Fiesta nacional: 17 de Marzo (San Patricio).
  • Otras ciudades importantes: Cork (Corcaigh), Limerick (Luimneach), Waterford (Port Láirge), Galway (Gaillimh).

 

-Geografía física.

Situada en el extremo occidental de Europa, entre las latitudes 51 y 55º Norte, y abierta a los poderosos vientos del Atlántico, Irlanda tiene un clima hiperoceánico, particularmente fresco y húmedo. Las depresiones barométricas que se desplazan de Oeste a Este en esas latitudes provocan abundantes y frecuentes precipitaciones. País de lluvias finas y persistentes, de chaparrones violentos, aunque pasajeros, de cielos cambiantes y nublados. Irlanda vive bajo el signo del agua. Los ríos corren lentos por la llanura, ensanchándose a veces hasta convertirse en lagos poco profundos y de márgenes no muy precisas. Hay en Irlanda algunos grandes lagos (Neagh, Erne, Corrib) y multitud de lagunas y marismas. La casi saturación de la atmósfera de vapor de agua limita las amplitudes térmicas: los inviernos son suaves (5 a 6º C al nivel del mar en Enero) y a los veranos les falta algo de calor (14 a 16º C en Agosto). Los vientos, el estancamiento de las aguas y la escasa variación térmica crean condiciones poco favorables para el desarrollo de los árboles. Se dan, en cambio, condiciones ideales para las plantas esponjosas como el musgo, los juncos y la molinia. Éstas se descomponen formando una turba ácida cuyo espesor puede oscilar de unos decímetros a más de 10 metros.

En su conjunto, el relieve de Irlanda tiene el aspecto de una vasta cubeta con los bordes mellados. En el centro de la isla, las calizas carboníferas fueron víctimas de la erosión bajo los climas húmedos y cálidos de la Era Terciaria. Conforman así una llanura baja, de altitud inferior a los 30 metros por donde fluye dificilmente el Shannon. Montañas de altitud media y formas vigorosas constituyen una muralla discontinua en la periferia. En el Sudoeste, Las cadenas anticlinales de arenisca devoniana tienen las cimas más altas de las isla (el pico Carrantuohill alcanza 1040 m.), mientras que los valles sinclinales invadidos por el mar se han convertido en bahías alargadas y paralelas (Dingle, Kenmare, Bantry). En el sudeste, el macizo ovoide de los Wiclow se prolonga hasta la bahía de Dublín. Al nordeste, más allá de Belfast, se extienden las monótonas mesetas basálticas de Antrim. El noroeste se caracteriza por la presencia de los largos y estrechos espinazos de cuarcita que se elevan por encima de las mesetas bajas. Por lo menos en dos ocasiones, Irlanda sufrió la invasión de glaciares y la erosión provocada por éstos ha proporcionado una morfología de tipo alpino a las principales masas montañosas. Pero la acción de los glaciares se manifiesta sobre todo por el esparcimiento de una inmensa capa de morrena de fondo. Este estrato es, en cierto lugares, amorfo y, en otros, forma colinas redondas u ovaladas de unos 40 metros de altitud (drumlins) o terraplenes sinuosos y estrechos (eskers), en ocasiones de varios kilómetros de largo.

Debido a su gran extensión, Irlanda tiene una costa muy desarrollada y una gran variedad de formas litorales, desde los estuarios cenagosos y planos como el Shannon hasta los acantilados más altos de Europa (algunos superan los 600 metros de altitud).

 

-Geografía económica.

Irlanda ha tenido uno de los mayores desarrollos económicos del mundo industrializado. Entre 1993 y 1997 la economía creció aproximadamente un 40%, algo sin precedentes en la historia irlandesa. En 1997, la economía creció un 9’5%, el mayor índice de crecimiento del área de la OCDE por tercer año consecutivo. Entre 1987 y 1997, el consumo per cápita pasó del 65% de la media europea al 90%. Este crecimiento sin precedentes se atribuye a una prudente política fiscal y monetaria, consenso social en la política de pagos que permite moderación salarial, desarrollo directo de la inversión extranjera, los fondos estructurales de la UE, una creciente mano de obra cualificada, una boyante exportación de alta tecnología y un fuerte crecimiento de la demanda doméstica. El principal problema económico es el desempleo, pero ha habido una considerable retroceso en los últimos años, pasando del 15’7% de 1993 al 10’2% en 1997, justo por debajo de la media europea.

En 1998, Irlanda cumplió los compromisos para entrar en la zona euro, que se puso en funcionamiento el 1 de enero de 1999.

En 1997, Irlanda exportó mercancías por valor de 35.000 millones de libras irlandesas, siendo los principales destinos para estas exportaciones Reino Unido, Alemania, Francia y Estados Unidos. El total de las importaciones ascendió a 25.000 millones de libras irlandesas, siendo los principales paises fuentes de esoas importaciones Reino Unido, Estados Unidos, Japón y Alemania.

El sector industrial domina la economía irlandesa, representando un 39% del PIB, alrededor del 90% de las exportaciones y un 29% del total del empleo. El mayor crecimiento se ha producido en el sector de las nuevas tecnologías donde las inversiones han acudido en masa gracias a la combinación de incentivos fiscales, la situación de Irlanda como país del Mercado Único Europeo y a su mano de obra altamente cualificada.

El turismo es una de las industrias de más rápido crecimiento en Irlanda. El número de visitantes ha pasado de 2,3 millones en 1988 a más de 5 millones en 1997 y los ingresos han pasado de 841 millones de libras en 1988 a 2.105 millones en 1997. Un 57% de los turistas vinieron de Gran Bretaña, un 23% de la Europa Continental y un 16% de Norteamérica

 

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